América tiene un gran sueño que reside en el corazón de cada morador del continente. Es un sueño de justicia en el sentido más amplio de la palabra, y que tiene que ver con los Derechos Humanos, la convivencia pacífica, la elevación de la dignidad humana, los derechos económicos y las libertades públicas. Esto se hace evidente en las manifestaciones artísticas, el cine, el periodismo, la literatura etc. En todo caso lo importante de todo esto es que la República Dominicana vivió a finales del año 2009 y comienzos del 2010 una formidable experiencia que se coronó con la promulgación de una nueva constitución que recoge ese sueño y lo expresa en la proclamación del Estado Dominicano como un Estado Social Democrático y de Derechos y la protección de los derechos humanos más allá de su declaración Universal.
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